Rebels 2x05 Por aquél a quién amas

 

Rebels 2x05: Por aquél a quién amas…

Fer en su casa peleaba con su madre.

-Fer: Sea como sea, mañana voy a ir al instituto. No pienso quedarme un día más en este infierno, escuchando tus reproches, viendo cómo te avergüenzas de mí y tratándome como un enfermo.

-Carmen: Es por tu bien hijo mío. Y claro que estás enfermo, pero no lo reconoces. Pero tranquilo, ya he avisado al psicólogo para que venga a hacerte una visita.

-Fer: Mamá… ¿Pero en qué siglo vives? Yo no estoy enfermo, soy…

-Carmen: ¡NO LO DIGAS! ¡No quiero oírlo!

-Fer: ¡SOY GAY, MAMÁ! Y no puedes cambiarlo por muchos psicólogos que me traigas.

Carmen le pegó una bofetada. Fer la miró con lágrimas en los ojos y salió corriendo.

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Alma se dirigía a casa de Sandra tras enterarse de lo que esta le había contado a Álvaro. Al llegar a la puerta llamó con brío. Sandra salió a la puerta.

-Sandra: Que gran sorpresa.

-Alma: ¿Cómo puedes ser tan hija de puta?

-Sandra: ¿Por qué me insultas? ¿No se supone que yo soy la mala?

-Alma: Deja de hacerte la tonta. Dime, ¿por qué contaste esa mentira a Álvaro?

-Sandra: El chico insistió en que le dijese la historia, y como estaba muy pesadito… pues le conté algo.

-Alma: ¡Le contaste algo que no era verdad!

-Sandra: ¿Hubieses preferido que le contase la verdad?

Alma se quedó mirándola a los ojos fijamente.

-Sandra: Ves, mejor una mentira piadosa.

-Alma: Te lo diré una vez y no quiero tener que repetirlo, no quiero que te acerques a mis amigos, no quiero que te acerques a mí ni a nada de lo que me rodea.

-Sandra: Yo hago le que meda la gana, Alma. No me interesan tus amigos.

-Alma: ¿Y qué hacías con Álvaro?

-Sandra: ¿Él es tu amigo? Por lo que he visto, le tratabas fatal.

-Alma: Si, es mi amigo. Y no te quiero ver cerca de él.

-Sandra: ¿Celosa de qué tus amigos me puedan preferir?

-Alma: Por favor, no digas sandeces. Solo te aviso, no quiero relación contigo, no 

quiero que te acerques a mi grupo y mucho menos a Álvaro.

-Sandra: ¿Te gusta Álvaro? Tengo entendido que tenías novio.

-Alma: ¡QUÉ NO TE METAS EN MI VIDA! Te lo digo por última vez… no quiero nada de ti, siquiera debes pronunciar mi nombre.

Alma se fue malhumorada y Sandra la miró sonriendo.

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En casa de Teresa, esta se encontraba ayudando a Cabano. Ella intentaba concentrarle pero él se distraía de mil maneras distintas.

-Teresa: Oye, tienes que atender para que saques notable.  Para que puedas seguir en el equipo de baloncesto.

-Cabano: ¿Qué tiene que ver los notables y el equipo de baloncesto con las pasarelas?

-Teresa: Vaya, si que vas en serio con lo de ser modelo.

-Cabano: Tengo un 4% de grasa corporal, Duermo sobre parafina y me he currado una pasarela en el sótano de mi casa. Es mi sueño y… nadie me entiende.

-Teresa: Yo sí. Incluso tengo un libro de sueños.

-Cabano: ¿Qué es eso?

-Teresa: Ohh por dios, ¡si es lo mejor del mundo! Lo he dividido en objetivos desde ahora hasta el año 2024. El más cercano era ser animadora, pero eso ya es agua pasada.

Cabano la miró sorprendido.

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Yoli se encontraba recorriendo Madrid en busca de trabajo pero por más que lo intentaba no conseguía nada. Se encontró en un bar a Paula y su novio.

-Yoli: Hola (Sonrió).

-Paula: ¿Ahora te dignas a hablarme?

-Yoli: Vamos Paula, no seas así. Perdón si te molestó lo que te dijimos pero… lo dije 

porque me preocupo por ti.

-Paula: Pues no te preocupes tanto. No eres mi madre. Pero bueno, dejémoslo pasar. ¿De dónde vienes?

-Yoli: Vengo de patearme todo Madrid en busca de trabajo. Ya sabes, para ayudar a mis padres.

-Paula: ¿Y qué tal?

-Yoli: Nada chica, no hay suerte. Vamos, es que me exigen de todo. De aquí a nada 

habrá que hacer oposiciones hasta para ser camarera, joder.

-Pablo: Yo tengo una colega que lleva un garito de noche y busca camarera.

-Yoli: ¿Enserio?

-Pablo: Si. Mira (Sacó su móvil) apunta este número.

Yoli apuntó el número que le dio Pablo.

-Pablo: Dile que vas de mi parte.

-Yoli: Tío, muchísimas gracias. Me marcho, no quiero perder más tiempo.

Yoli se marchó feliz.

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David se encontraba tumbado en su cama. Llegó Fer y le contó todo lo que había pasado con su madre.

-David: (Abrazando a  Fer) Tranquilo, seguro que todo esto pasa.

-Fer: Si David, ¿pero cuándo? Yo no aguanto esta situación.

-David: Si quieres puedes quedarte unos días aquí.

-Fer: Gracias David. Pero creo que eso solo empeoraría las cosas.

El móvil de Fer comenzó a sonar. Era su madre. Fer no lo cogió, prefirió irse a su casa.

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Tras despedirse de Julio, Cova llevó el coche al taller.  Debajo de un coche vio al mecánico.

-Cova: Hola, venía a arreglar mi coche.

Para su sorpresa el mecánico era Román.

-Román: No puede ser. Esto será una broma. Que pasa ¿me persigues?

-Cova: (Indignada) ¿Qué te persigo yo? Eres tú el que me persigue a mí.

-Román: Eres tú la que has venido a mi taller.

-Cova: ¿Tú taller?

-Román: Bueno, el taller de mi padre. Pero bueno, dime ¿qué le pasa a tu coche?

-Cova: Nada que te importe.

-Román: Entonces… ¿Cómo coño quieres que te arregle el coche?

-Cova: Lo haré yo misma. Con que me dejes las herramientas y estar en el taller, me basta.

-Román: Vale, tú misma.

Cova  se puso manos a la obra. Por más que intentaba entender las instrucciones, no entendía nada. Unos chicos la miraban divertidos mientras hacían apuestas.

-Chico 1: Apuesto 30 euros a que no lo arregla.

-Chico 2: Yo 50 euros.

-Chico 1: Si todos apostáis contra ella no tiene gracia.

Román se acercó a los chicos.

-Chico 1: ¿Apuestas por ella?

-Román: No. Me dan miedo las mujeres al volante.

Todos rieron el chiste. Cova se acercó enfadada.

-Cova: Pues esto por mí (Le tendió un billete al chico 1).

-Chico 1: (Examinando el billete) Ohh, 10 euros. Que valiente emss… si ganas, tendrás dinero para tampones.

Los chicos se fueron riendo. Román la miró con cara burlona y Cova se acercó a él.

-Cova: Escucha, yo no tenía ni idea de que estabas aquí y si crees que he venido por ti, te equivocas.

Román pasó de ella y se metió bajo el coche en el que se encontraba trabajando. Cova enfadada dio un golpe al coche.

-Román: Ehh! ¿QUÉ COÑO HACES?

Al salir del coche, Román tenía toda la cara manchada de aceite.

-Cova: Perdón, no quería…

-Román: Me castigan por tu culpa, me pinchas el pie y ahora esto. ¿Podemos acordar una distancia de seguridad? ¿O pido una orden de alejamiento? (Mientras lo decía se quitaba la camiseta).

-Cova: (No podía dejar de mirar el pecho de Román) No seas tan creído. No me iré hasta que arregle mi coche.

Cova se dirigió hacia su vehículo lanzando disimuladas miradas al torso desnudo de Román.

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Teresa seguía explicándole sus sueños a Cabano, el cual permanecía atento a todo detalle.

-Teresa: Después, dentro de 15 años tras encontrar un buen tío que me haga feliz, nos casaremos y…

-Cabano: ¿15 Años? Seguro que lo encuentras antes.

-Teresa: (Sonrojada) Ojalá.

Cabano y Teresa se miraron durante unos segundos. El corazón de ambos palpitaba cada vez más rápido.

-Cabano: Nunca me había fijado en los ojos tan bonitos que tienes.

-Teresa: Ni yo… en esa sonrisa.

Estaban tan cerca que podían notar sus respiraciones. Y cuando por fin iba a ocurrir el milagro, cuando sus labios estaban a punto de rozarse… El móvil de Teresa les cortó el momento. La llamada era de Alma.

-Teresa: Que oportuna (Pensó).

-Teresa: (Descolgó el teléfono) ¿Diga?

-Alma: ¡A ESTUDIAR!

-Teresa: Alma… ¿Dónde estás?

-Alma: Detrás de ti.

Teresa palideció. Rápidamente miró hacia las ventanas.

-Alma: ¡Era broma! Seguro que has mirado (Reía de forma burlona). Te conozco muy bien…

-Teresa: Si… (Reía nerviosa mientras pensaba en lo que podía haber ocurrido si Alma veía lo acaramelados que estaban ella y Cabano unos segundos antes).

-Alma: Oye… Cabano tiene déficit de atención así que ponle las pilas. Adiós, un beso.

Alma colgó el teléfono y Teresa se dio la vuelta para mirar a Cabano. No se creía lo que había estado a punto de ocurrir. Se acercó a la mesa para sentarse de nuevo y sin querer le derramó a Cabano su coca-cola por encima.

-Teresa: Lo siento, no era mi intención…

-Cabano: (Quitándose la camiseta) No pasa nada, me la quito en un momento. Total, los modelos se tienen que acostumbrar a desnudarse.

-Teresa: (No podía ocultar sus nervios) Bien… la…la voy a meter en la lavadora… en… en la secadora y luego te… te… llevo a mi cuarto.

-Cabano: ¿Qué?

-Teresa: Quería decir… ¡Te la doy en un rato! Eso mismo…

Teresa se marchó a lavar la camiseta. Llamaron a la puerta.

-Teresa: ¡Cabano! (Gritó desde la cocina) Abre tú.

Cabano fue a abrir la puerta. Al abrirla se encontró frente a Salva.

-Salva: Hola Tere… Vaya, pero si es Cabano.

-Cabano: Si, el mismo. ¿Te conozco?

-Salva: Tío… soy Salva, estoy en tu clase.

-Cabano: Salva… Ohhh ¡El amigo gay de Teresa!

-Salva: Yo no… (Intentó explicarse pero Cabano no le dejaba continuar).

-Cabano: Tío, no sabes cómo te admiro por querer romper los estereotipos. Yo también intento hacer eso mismo.

-Salva: Primero, no soy gay. Y segundo ¿Qué haces tú? ¿Abrir la puerta de una casa ajena sin camiseta?

Salva se levantó la camiseta y le imitó.

-Cabano: No, yo intento demostrar que los heteros también podemos ser buenos modelos del mismo modo que tú demuestras al mundo que no todos los gays tienen abdominales como chocolatinas.

-Salva: (Le miró con recelo) Si… (Rió falsamente) Hay muchos estereotipos, como ese que dice que todos los guapos son tontos ¿Verdad?

-Cabano: Si, ¿pero eso a que viene?

-Salva: El pobre es tan tonto que ni pilla el chiste (Pensó).

-Cabano: Bueno, ¿Venías a buscar a Teresa, no?

-Salva: No… déjalo. Seguro que estáis muy ocupados. Hazme un favor, no le digas que he venido

Salva se marchó cabizbajo.

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Ruth se encontraba esperando los análisis del TAC que le habían hecho. Al final hizo caso a Gorka y se hizo análisis. Prefirió no decirle a Gorka que iba al médico porque si no se pondría muy pesado.

Se les hacían eternas las dos horas de esperas antes de que le diesen los análisis. Finalmente salió el médico. Ruth entro en la consulta con una mezcla de temor, inseguridad… estaba deseosa de conocer finalmente los resultados.

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Paula llegaba de noche a su casa. Se despedía de Pablo en la puerta.

-Paula: ¿Nos vemos mañana?

-Pablo: Si, por la mañana estoy aquí.

Se besaron.

-Paula: Oye… ¿tienes algún huevito por ahí?

-Pablo: Joder tía, no veas cómo te lo fumas todo. Ten, sabes que no puedo negarte nada.

Pablo le dio un pedazo de hachís a Paula.

-Pablo: Y adminístralo, tía.

-Paula: Te lo prometo (Sonrío y se metió el pedazo de hachís en el sujetador)

Finalmente se dieron otro beso y se despidieron.

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En el taller, todos los chicos se habían ido. Solo quedaba Cova que le pidió a Román que le dejase las llaves.

Seguía intentando arreglar el coche, pero no había solución. De pronto escuchó unos pasos a su espalda, era su padre.

-Pedro: Cariño, ¿no crees que es hora de volver a casa?

-Cova: No papá, hasta que no lo consiga arreglar (señaló el vehículo) no me iré de aquí.

-Pedro: Bueno, como sabía que dirías eso te he traído un par de bocadillos y unos refrescos.

-Cova: Papá, ¿a quién pretendo engañar?

-Pedro: ¿A qué te refieres?

-Cova: No te hagas el tonto, tanto tú como yo sabes que no lo conseguiré arreglar.

-Pedro: Me podrías haber dicho lo del coche y te hubiese ayudado. ¿Por qué no me dijiste nada?

-Cova: Papá, tu eres ginecólogo, y esto es un coche no un útero. Y si te aviso habrías llamado al mecánico. Yo… debería poder hacer esto sola, no soy una damisela en apuros.

-Pedro: Desde luego que no, las damiselas no van llenas de aceite ni sudadas como un camionero. Más bien eres… la chica más obstinada que conozco ¿Recuerdas tu huelga de hambre en tercero?

-Cova: (Indignada) ¡Funcionó! Pusieron ensalada en el menú…

-Pedro: No… el problema es que te cierras en banda pero es que a veces hay que pedir ayuda. Anda, vamos a casa y llamaremos a un mecánico mañana.

-Cova: ¡No! Puedo hacerlo.

-Pedro: Hija… no seas loca.

-Cova: No, soy perseverante, y no pienso dejar que se ría de mi.

-Pedro: ¿De quién hablas?

-Cova: (Intentaba disimular) Hablaba… en general… él, osea, los tíos de este taller han apostado dinero a que no lo lograría. Además, si he salido de otras mucho peores, he conseguido salir de… la violación, conseguí ser más fuerte que todo eso y demostré que no soy ninguna niña tonta. Podré con un coche perfectamente.

-Pedro: Cova, no es malo pedir ayuda, hasta los más fuertes lo hacen. Está bien, me quedaré contigo. Total… no tengo una cesárea hasta las ocho.

Cova miró a su padre y sonrió.

-Cova: Papá… eres el mejor ¿Lo sabías?

-Pedro: Bueno… lo suponía.

Pedro le pasó el brazo por el hombro a su hija y se pusieron manos a la obra.

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Al día siguiente en el Zurbarán, Alma acorraló a Teresa en los baños.

-Alma: ¿Qué pasó ayer con Cabano?

-Teresa: (Se puso tensa) Yo… Cabano…

-Alma: ¿Por qué le dijiste que dejase el equipo de baloncesto?

-Teresa: (Aliviada) Yo no le dije eso, solo… le hable de la importancia de los sueños que tenemos.

-Alma: Pues ahora mismo le estás diciendo que olvide los sueños. El tiene que seguir en el equipo.

-Teresa: No Alma, no haré eso. ¿Cómo puedes comportarte así? El es tu novio, deberías apoyarle en sus ilusiones. Tanto tú como yo sabemos que el podría tener futuro en el mundo del modelaje.

-Alma: (Miraba con odio a Teresa) Pero yo quiero al capitán del equipo, no a un modelucho de quinta.

-Teresa: No, tú no le quieres. A ti solo te preocupa la popularidad y el qué dirán, pero no le amas. ¿No te has parado a pensar en lo que él quiere? ¿No te has parado a pensar en lo feliz que le haría saber que su chica le apoya?

-Alma: No me hagas reír, ¿tu si has pensado en eso? ¿Qué pasa que te gusta Cabano?

-Teresa: No me gusta Cabano, pero es mi amigo y me preocupo por sus ilusiones. Ya que no lo hace su novia, que mejor que lo haga una buena amiga.

-Alma: Mira, aunque digas que no, sé de sobra que te gusta mi novio. Cómo yo te vea con él prepárate, porque voy a hacer todo lo posible para amargarte la vida.

Alma se marcho enfadada. Teresa se quedó allí pensando.

-Teresa: A quién pretendes engañar, te gusta Cabano. Pero ya has oído a Alma, nada de tonteo con él.

De pronto Yoli salió de uno de los baños.

-Yoli: ¿Qué te gusta Cabano? Tía que fuerte.

-Teresa: Mierda, he pensado en voz alta.

-Yoli: Si bonita… Así que ya me estás contando todo.

Yoli se agarró al brazo de Teresa dispuesta a oír su historia.

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David se encontraba sentado en una esquina del pasillo. ‘’Otro día en el que Fer no viene a clase’’ Pensó. Pero fue interrumpido por unas manos que le tapaban los ojos.

-Fer: ¿Quién soy?

-David: ¿Fer?

David miró a Fer y se besaron y abrazaron.

-Fer: Uff… que de días sin venir, ya echaba de menos los pasillos del Zurbarán.

-David: Que alegría me das. ¿Tu madre por fin ha asumido lo nuestro?

-Fer: Ese es el problema…

-David: ¿Qué pasa?

Fer le contó que el día anterior al llegar a casa, su madre le esperaba allí junto a un psicólogo. Fer se negó a la terapia y peleo con su madre. Finalmente Fer le dijo a su madre que nunca dejaría a David, que era su amor y que no lo cambiaría por sus ideas renacentistas. Su madre le dio a elegir entre David o seguir viviendo en casa y Fer eligió a David.

-Fer: Así que mi madre me echo de casa y he pasado la noche dando vueltas por Madrid y a cuestas con la maleta llena de ropa.

-David: (Abrazó a Fer) ¿Pero tú eres tonto? ¿Por qué no viniste a mi casa?

-Fer: No se… era tarde, no quise molestar. Además… me daba vergüenza.

-David: Pues esta noche la pasas en mi casa. Esta y todas las que hagan falta.

-Fer: Muchas gracias cariño. Pero solo serán unos días, no quiero molestar. Ya he empezado a buscar un piso para alquilar.

-David: ¿Cómooo? No pienso dejarte solo y menos en estos momentos.

-Fer: ¿A qué te refieres?

-David: Fer, aunque te hagas el duro se que estás mal. Supongo que no será fácil vivir algo así.

-Fer: (Le comenzaron a brillar los ojos) No se a que te refieres. Estoy perfectamente.

-David: Claro, perfectamente… (Dijo limpiando una lágrima del rostro de Fer). ¿Sabes? Me voy a vivir contigo.

-Fer: ¿¡Qué!?

-David: Que quiero compartir cada segundo de mi vida contigo. Tú has sido capaz de ponerme por delante de tu familia, y eso es lo más grande que han hecho por mí nunca.

-Fer: Pero… ¿Eres conscientes que todo nos puede salir mal y que es una locura?

-David: Si, soy consciente de todos los riesgos que supone, pero por aquél a quién amas cualquier locura, por muy grande que sea, parece un juego de niños. Y aquél al que amo, es a ti.

Fer y David se besaron apasionadamente.

Por la puerta del Zurbarán entró Paula. David se acercó a ella con Fer.

-David: Paula, ¿Qué horas son estas? Has faltado a un examen que teníamos a 1ª hora.

-Paula: Joder tío, ni que fueses mi padre.

-David: No soy tu padre, soy tu amigo y me preocupo por ti.

-Paula: Pues no te preocupes tanto. Se valerme por mi misma.

Paula se sentó en las escaleras de la entrada y comenzó a hacerse un porro.

-Fer: Paula…

-Paula: ¿Y tú qué quieres?

-David: ¿Desde cuándo fumas?

-Paula: Desde que me sale del coño.

-David: No se qué te está pasando, ni sé porque te comportas así, pero desde que 

estás con ese novio que te has echado… eres otra.

-Paula: Ese ‘’novio’’ que me he echado se llama Pablo, y el no ha hecho nada. ¿Qué pasa, que os resulta raro no ver a la Paula mojigata de siempre? Pues chico, la gente cambia…

-Fer: Paula, pero es que estás cambiando para mal. En serio, no te das cuenta.

-Paula: Joder tíos, dejadme en paz. Iros a petaros el culo un rato y olvidaros de mí.

-David: Allá tú, solo intentábamos ayudarte.

Fer y David se fueron y Paula siguió concentrada liándose su porro.

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Román se encontraba en la puerta del Zurbarán fumándose un cigarrillo. De pronto un coche que le resultaba familiar paró frente a él. Era Cova.

-Román: Vale… lo has conseguido arreglar.

-Cova: Si, te dije que podría. Creo que me debes algo ¿no? (Cova sonreía)

Román sacó un puñado de billetes de su bolsillo.

-Román: Ahí tienes el dinero de las apuestas.

-Cova: Muchas gracias, creo que me iré a comprar ‘’tampones’’.

Cova bajó del coche y se fue tarareando la canción ‘’We are the champions’’.

-Román: (Mirándola desde atrás) Tiene coraje… Me encanta.

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Yoli seguía en su charla con Teresa:

-Yoli: Tía, no me lo puedo creer. Que te gusta Cabano… es que es muy fuerte.

-Teresa: Habla más bajo, te podría escuchar Alma.

-Yoli: Eso es otra… como Alma se entere… Te jode la existencia. Hay que ver… estoy en estado de shock. Ahora mismo me pinchan y no echo gota.

-Teresa: Y no sé qué hacer… aparte, Alma no se lo merece, ella solo le quiere por interés.

-Yoli: ¿Sabes? Alma me jodió en su día a mí una gran relación. Creo que es hora de que le paguen con su propia moneda. Si te gusta Cabano…

Alma se acercó por detrás e interrumpió a Yoli.

-Alma: ¿Puedes repetir eso?

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Gorka no paraba quieto. El día antes había recibido un mensaje de Ruth en el que le decía que ya tenía los resultados de unas pruebas médicas que se había hecho. Ahora esperaba ansioso a que Ruth llegase al colegio. Después de unos minutos que parecieron horas Ruth apareció.

-Gorka: ¿Qué te han dicho? ¿¡Qué tienes!?

-Ruth: Gorka, tranquilízate… Los resultados dicen… que no tengo nada, que estoy sana. Eran unas simples migrañas.

Gorka se lanzó a los brazos de Ruth celebrando que su chica estaba sana. Ruth sonrió, pero una vez que Gorka no la veía su cara cambió y dejo caer una lágrima por su rostro.

Fin del capítulo 2x05

Espero que os haya gustado y POR FAVOR comentéis.

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Un saludo y un besazo a todos los lectores de Rebels.

Recordad que esta noche en antena 3 es el último capítulo de FoQ, ¡no nos lo podemos perder!