Rebels 2x06 Lo que digan los demás

 

Rebels 2x06: Lo que digan los demás

Los días pasaban en el Zurbarán. Hacía una semana que Alma y Teresa habían discutido. Alma se enteró de que a Teresa le gustaba su novio, Cabano. En esa semana Alma no había parado de molestar a Teresa.

-Teresa: Yoli, es que no aguanto más. Es un pique continuo.

-Yoli: Pero es que tú eres tonta. Si ella te molesta, tú la tienes que molestar más.

-Teresa: Es que entonces entraríamos en un bucle, y sería una guerra continua.

-Yoli: Mira cariño… una cosa es no querer tener problemas, pero… tu es que eres demasiado débil. Alma te putea y tú sonríes.

-Teresa: Ya sabes lo que dicen: ‘’Sonríe que jode más’’. Pues yo me aplico el cuento.

-Yoli: Esa frase seguro que se la inventó un friki solitario. La realidad es que te toca atacar. Y… ¿Qué mejor forma de atacar que a través de Cabano? Ya me entiendes…

-Teresa: Que no tía, no pienso meterme en la relación de nadie.

-Yoli: Pues allá tú. Pero luego no me vengas llorando.

Las chicas llegaron a la cafetería y se sentaron junto a David y Fer.

-Fer: ¿Qué tal chicas?

-Yoli: Aquí la tonta de Teresa, que Alma la putea y ella no hace nada.

-David: ¿Y a qué esperas?

-Fer: No Teresa, tú no hagas caso. Lo mejor es pasar, ya se cansará.

-David: Que dices Fer, lo mejor es pagarle con la misma moneda.

-Yoli: David tiene razón. Es que la pobre es tonta. Tan inteligente pa’ unas cosas… y tan cortita para otras.

Fer, David y Yoli comenzaron a hablar entre ellos. Hablaban de Teresa cómo si esta no estuviese presente.

-Teresa: ¿Podéis dejar de hablar de mí como si no estuviese delante?

-Yoli: Perdón, perdón…

-Teresa: ¿Y a vosotros como os va con el piso?

-David: Bien… ya lo hemos amueblado. Lo malo es que no encontramos trabajo. A este ritmo no conseguimos pagar el primer mes.

-Yoli: Yo tengo que ir este fin de semana a una entrevista de trabajo. Es en un bar de una colega de Pablo, el novio de Paula.

-David: ¿Te fías de ese? Ya sabes lo que está haciendo con Paula.

-Yoli: Vale que el tío es un cabrón y tal, pero yo necesito el trabajo y él me lo ha conseguido. Y eso se agradece.

Sonó el timbre y los chicos se fueron a sus respectivas clases.

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Unas horas después, Gorka hablaba con Ruth.

-Gorka: ¿Qué te pasa? Llevas una semana que llegas 2 horas tardes a clase.

-Ruth: Es que estoy liada… estamos de reformas en casa.

-Gorka: ¿Y por eso llegas con tan mala cara?

-Ruth: Hombre, ayudar a pintar y tal cansa un poco.

-Gorka: Me lo podrías haber dicho y os ayudaba.

-Ruth: No hace falta, estamos bien.

-Gorka: No, no estáis bien. Y mucho menos tú. Cómo sigas faltando a clases nunca vas a llegar a selectividad.

-Ruth: (Sonriendo) ¿Qué te pasa Gorka? ¿Tienes fiebre?

-Gorka: (Algo gruñón) ¿Por qué lo dices?

-Ruth: Es raro verte tan preocupado por mis estudios.

-Gorka: No es por tus estudios, es por ti. Yo soy un ‘’viva la vida’’ que no se preocupa de sacar unas buenas notas, pero yo se que tú no eres así. Sé que a ti si te importan tus estudios, y que si sigues así vas a suspender. Ya estamos a medio trimestre, y con el rollo de que estabas mala estas semanas atrás, has suspendido un montón de exámenes.

-Ruth: (Sonrío y dio un beso a Gorka) Me encanta que te preocupes por mi… (Comenzó a besarle el cuello).

-Gorka: Rubia… no me tientes.

-Ruth: (Le susurraba en el oído) No soy rubia, pero por ti… me convierto en lo que sea.

-Gorka: Hace tiempo que no visitamos los baños ¿no?

-Ruth: (Se levantó y cogió la mano de Gorka) Si… y creo que ya los echo de menos.

Los dos se fueron rápidamente a los baños y entre risas y besos se quitaron la ropa y se olvidaron de los problemas.

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Paula se encontraba en la cama con su novio. Estaba fumándose un porro.

-Pablo: Esto es lo mejor del mundo. Un polvo, un porro…

-Paula: Si, la verdad es que a esto es lo que llaman ‘’buena vida’’.

-Pablo: Esta noche me han invitado unos amigos a una carrera de motos en los polígonos.

-Paula: ¿Pero no están prohibidas?

-Pablo: Pero para eso están las normas, para incumplirlas.

-Paula: Pero… ¿Tú participas?

-Pablo: Por supuesto. Tienes ante ti al rey de las carreras de motos.

-Paula: Pablo, es peligroso.

-Pablo: ¿Te vas a poner así? Joder tía, pensé que habías cambiado y que ya no eras la mojigata que conocí. Allá tú, pero yo pienso ir.

Se levantó y se comenzó a vestir rápidamente. Se disponía a abrir la puerta, pero antes se dio la vuelta y dijo:

-Pablo: Como no vengas, tendré que celebrar la victoria con otra.

Se dio media vuelta y se marchó dando un fuerte portazo.

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Alma se besaba con Cabano en las escaleras. Estaban los dos bien acaramelados y 

Cabano le contaba a Alma una gran noticia.

-Cabano: Alma, me han cogido. Por fin voy a poder desfilar en mi primera pasarela.

-Alma: ¿Qué? Así que finalmente hiciste el casting.

-Cabano: (Extrañado) ¿No te alegras?

-Alma: Si, pero… ahora seguro que dejas todo de lado. Incluso a mí.

-Cabano: (Se apartó de Alma) Alma, sabes  de sobra que no te dejaría de lado ¿Porque no lo dices de una vez? A ti lo que te da miedo es que deje el equipo de baloncesto ¿Verdad?

-Alma: (Con falsa indignación) ¿Cómo? Joder Cabano, siempre me pones como la interesada pero también me preocupo por ti y tus ilusiones.

-Cabano: Alma… nos conocemos de sobra y sé que te jode que deje de ser el capitán del equipo. Ya no eres la jefa de animadoras, ¿qué más te da que lo deje o no?

-Alma: ¡Porque no quiero ser novia de un don nadie!

Cabano la miró con ojos tristes.

-Cabano: ¿Entonces por qué pierdes el tiempo conmigo? O mejor dicho, ¿por qué lo pierdo yo con una egoísta como tú?

Cabano se marchó con la mirada fija al suelo.

-Alma: Esto no se va a quedar así.

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Salva estaba sentado en un banco viendo fotos de Teresa en su móvil. Tras él, Román lo miraba divertido. Se sentó junto a Salva.

-Román: Vaya, pareces que estás pillado por Teresa.

-Salva: (Escondió rápidamente el móvil) Yo… no es lo que pareces.

-Román: Vamos no disimules, se ve a leguas.

-Salva: Vale, estoy pillado por Teresa, pero no se lo digas por favor. No tengo ninguna posibilidad con ella.

-Román: ¿Has probado a contarle que le quieres?

-Salva: ¡No! Y no pienso hacerlo.

-Román: ¿Por qué?

-Salva: Yo soy invisible para ella, incluso pensaba que era gay. Somos muy buenos amigos y si le digo que me gusta se alejará. Prefiero una amistad a no tener nada.

-Román: Chico, ¿cómo pretendes gustarle si ni lo intentas? No se puede tirar la toalla a la primera de cambio.

Teresa se acercó a ellos.

-Teresa: Hola. Salva, ¿tienes algo que hacer esta tarde?

-Salva: Si, he quedado con unos amigos para probar un nuevo videojuego.

-Teresa: Vaya… era para que me ayudases con inglés. Pero bueno no pasa nada.

-Salva: No, no… tranquila yo les digo que no puedo.

-Teresa: No, ve con tus amigos.

-Salva: Insisto, quiero ayudarte.

-Teresa: (Le dio un beso en la mejilla) Muchísimas gracias, eres un cielo.

Román miró a Salva alucinado.

-Román: ¿Ves? Es esa actitud…

-Salva: ¿Qué actitud? Soy un caballero y un hombre. Se supone… que eso es bueno.

-Román: Tío, es que te pasas. Eres igual que el osito ese del suavizante.

-Salva: ¿Y cómo puedo cambiar?

-Román: ¿Tengo cara de adivino?

-Salva: Ya sé que tú asustas y eres duro, pero necesito que me aconseje alguien que entienda de tías.

-Román: Vale, óyeme bien, las tías son como animales. Hay que ser el macho alfa y enseñarle los dientes.

-Salva: ¿Debo morderla?

-Román: ¿Va en serio? Me refería a que tienes que ser fuerte y protegerla.

-Salva: Claro… lo intentaré esta tarde mientras le ayudo en inglés.

-Román: Claro, intenta que no se atragante con la pronunciación. Me refería a protegerla… en su día a día. Tiene que notar que eres un hombre.

Román se marchó y Salva se quedó pensativo.

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Sonó la campana y Cova estaba sentada en clase junto a Fer hablando de unas redacciones que tenían que entregar. Un pervertido de clase se les acercó por detrás.

-Alumno: El tema de la redacción iba sobre ‘’Lo que marcó mi vida’’ Y yo he puesto el día que te vi desnuda en el vestuario de las tías.

-Cova: ¿Y por qué no pones el día que te di una patada y te estrujé los testículos?

El chico se marchó a su asiento mirándola con desprecio.

-Fer: ¿De qué va tu redacción?

-Cova: Va de cuando leí el segundo sexo, de Simone de Beeauvoir. Ahí se despertó mi feminismo.

-Fer: Yo he escrito sobre una excursión del colegio. ¿Leíste el borrador que te pase con mi redacción?

-Cova: Si… por supuesto (mintió).

-Fer: Cuando lo leíste… ¿Te di pena?

-Cova: No…para nada. A la profe de filosofía le va a encantar.

La profesora entro en clase. Un grupo de chicas pijas se acercaron a ella y comenzaron a cuchichear. La profesora parecía una alumna más.

-Cova: La redacción que va a odiar será la mía. Ella pasa del feminismo, le encantan los culebrones. Solo hay que verla, tacones altos, vestidos caros y pijos… parece una alumna en vez de una profesora.

La profesora miró a los alumnos y comenzó  con la clase. Les felicitó a todos por las redacciones. Comenzó a dar las notas y todos tenían un diez.

-Cova: (Mirando la nota de Fer) ¿Ves? Te dije que le encantaría.

Luego le dieron su nota, era otro diez. Cova se comenzó a extrañar cuando, hasta al más torpe de la clase le dieron su nota y tenía un diez.

-Cova: Señorita… hay un problema, todos tenemos un diez.

-Profesora de filosofía: Porque os lo merecéis. Además, os pedí que me contaseis el momento más importa de vuestra vida, o el que más os haya marcado. Los recuerdos no se evalúan.

-Cova: ¿Pero habrá algunas mejores que otras no?

-Profesora de filosofía: ¿pero que más te da? Total, tú estás aprobada, deja de preocuparte tanto.

Cova se marchó a su asiento indignada. Al terminar la clase fue a exponerle sus quejas al director.

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Esa misma tarde, Alma se encontraba en el despacho de Carlos Montero, el diseñador que había contratado a Cabano.

Tras su discusión con Cabano se encargó de encontrar el nombre del diseñador que le había contratado. Finalmente consiguió su número y una cita con él.

-Alma: (Entró en el despacho) Buenas tardes. Encantada de conocerle.

-Carlos: Igualmente. ¿En qué puedo ayudarte?

-Alma: He oído que buscabas modelos femeninas.

-Carlos: Así es, ¿Cómo te llamas?

-Alma: Alma. Bueno, ¿y qué tendría que hacer?

-Carlos: Pues te tendríamos que hacer unas fotos, una prueba de pasarela, ver tu book…

-Alma: Es que yo no tengo book.

-Carlos: Entonces no podríamos hacerte las pruebas.

-Alma: Deme unos días, por favor. Prometo qué lo conseguiré.

-Carlos: Un book cuesta caro. Sinceramente no creo que lo consigas en unos días.

-Alma: (Se bajo un poco la camisa que llevaba y dejo entrever un pronunciado escote) ¿Y no habría ninguna forma de poder hacer el casting sin book?

-Carlos: No podríamos hacerlo sin él.

Alma se quitó uno de sus zapatos y comenzó a refregar su pie contra la entrepierna del diseñador.

-Alma: ¿Seguro?

-Carlos: Por favor, así no consigues nada…

-Alma: Pues ‘’eso’’ que estoy tocando con mi pie no dice lo mismo.

Alma se acercó un poco más a Carlos y ‘’accidentalmente’’ le tiró encima un vaso de agua.

-Alma: Lo siento mucho, yo…

-Carlos: (Se levantó de su asiento y se dirigió a una mesa a coger servilletas para secarse) No pasa nada.

Mientras Carlos se secaba, Alma aprovechó para sacar una cámara de su bolso, la colocó en una estantería que estaba junto a ella y pulsó el botón de grabar. Alma sonrió a la cámara y se acercó a Carlos acariciándole el torso y desabrochándole la camisa.

-Alma: Relájate, si lo estás deseando.

Alma y el diseñador se comenzaron a besar y a desnudarse. Acabaron haciendo el amor en la mesa del despacho mientras eran grabados por la cámara de Alma. Un rato después, tras terminar el coito y recoger la cámara, Alma salía sonriendo y pensando ‘’Ya está dado el primer paso’’.

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David y Fer estaban en el portal de su casa. Llevaban ya un par de semanas viviendo juntos en un piso de alquiler.

David abrió el buzón y sacó un par de cartas.

-David: (Pasando las cartas) Propaganda, factura, sorteo, factura, factura… Fer, me parece que al ritmo que vamos no vamos a poder pagar el primer mes.

-Fer: ¿Y qué hacemos, David? No hay forma de encontrar trabajo… Te dije qué sería una locura.

-David: Fer, no pasa nada, tranquilo. Piensa que nos tenemos el uno al otro y eso es lo más importante.

Fer y David se besaron. Una anciana salió del ‘’Primero B’’ con su nieto. Cuando vio a Fer y David besarse le tapó los ojos al niño.

-Anciana: ¡Degenerados!

-Fer: ¡Señora! Que estamos en el siglo 21.

-Anciana: Me da lo mismo que estemos en el siglo 21. Si os pica el bu, iros a un hotel y allí hacéis vuestras guarradas.

Se fue diciendo cosas como ‘’Maricones’’ y ‘’Reprimidos’’.

-David: Que vecinos más simpáticos.

-Fer: Cada día alucino más con la gente. Seguro que es amiga de mi madre.

David sonrió, le agarró por la cintura fuertemente y le volvió a besar.

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A la 21:00 Yoli acudió al bar de la amiga de Pablo. Allí la dependienta (Llamada Mónica) le esperaba.

-Mónica: Hola (Dio dos besos a Yoli), Yo soy Mónica, dependienta del local y la amiga de Pablo. Un placer.

-Yoli: El placer es mío, que no encontraba trabajo ni a la de tres. Ni te imaginas el favor que me haces haciéndome la entrevista.

-Mónica: Pues tranquila que conmigo no hace falta tanto. Es más, esta noche se nos va a llenar esto de clientes, así que… si quieres empezar ya, firmamos el papeleo en un momento.

-Yoli: Pero… ¿En serio harías eso?

-Mónica: Por supuesto, las amigas de Pablo son mis amigas y encima tú tienes cara de buena chica. Estoy segura de que no me defraudarás.

Yoli le dio un abrazo, firmó el contrato y cogió su uniforme.

-Yoli: Un poco escotado, ¿no?

-Mónica: Para qué engañarnos, nuestro mayor público son hombres y ya sabes lo que dicen… ¡Tiran más dos tetas que dos carretas!

Yoli y Mónica estuvieron charlando un largo rato, hasta que llegó la hora de abrir el bar y comenzaron a llegar los clientes.

-Mónica: Ya sabes Yoli, amable con todos y siempre sonriendo.

Yoli cogió una bandeja y se marchó a una de las mesas más cercanas.

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Llegó la noche en los polígonos de Madrid y con ella las carreras de motos. Paula, coaccionada por su novio, decidió acompañarle finalmente.

Intentaba convencerle de que no se montase en la moto.

-Paula: Es peligroso Pablo.

-Pablo: Paula, joder… que te he dicho que soy un experto, que no va ha pasar nada. Anda, toma un poco de esto.

Pablo le ofreció una raya de Ketamina.

-Paula: ¿Encima estás harto de meterte de todo?

-Pablo: Calla, tú eres la primera que siempre te estás fumando un porro o tomando alguna pasti.

-Paula: Pero yo no me monto en una moto puesta hasta el culo de mierda.

-Pablo: Mira niñata, si no te gusta… pues no mires. Pero a mí no me vas a estropear la noche.

Pablo se disponía a subirse a su moto, pero Paula le agarró para impedirlo.

-Paula: Pablo, puedes tener un accidente.

-Pablo: Suéltame, Paulita…

-Paula: Ni lo sueñes.

-Pablo: ¡QUÉ ME SUELTES GILIPOLLAS!

Pablo pegó un fuerte empujón a Paula y esta cayó al suelo.

Pablo aprovechó para arrancar la moto, pero Paula, más rápida que él, se subió en ella.

-Paula: Si tú participas, yo lo haré.

Una chica se puso en la línea de salida de las motos. Levantó una bandera y comenzó a contar.

-Chica: ¡TRES!

-Pablo: Sabía que no me fallarías.

-Chica: ¡DOS!

-Paula: (Se agarró fuerte a la cintura de Pablo) Sigo pensando qué es una locura. 

Estamos a tiempo de parar.

-Chica: ¡Uno!

-Pablo: ¡Demasiado tarde!

La chica bajó la bandera y un ruido ensordecedor de motores atravesó los tímpanos de todos los presentes.

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Álvaro estaba sentado en una heladería con Sandra. Llevaban todo el rato charlando.

-Sandra: ¿Te puedo hacer una pregunta?

Álvaro asintió con un movimiento de cabeza.

-Sandra: ¿A ti te gusta Alma?

-Álvaro: Para qué engañarnos, si.

-Sandra: Pero tiene novio, lo vuestro es casi imposible.

-Álvaro: Sé que tiene novio, y también sé que no me hace mucho caso, pero… Creo que hay algo especial, algo así como ‘’filling’’.

-Sandra: Veo que te ha dado fuerte.

-Álvaro: Si… y intentaré estar con ella sea como sea.

-Sandra: Pues si algún día te cansas de esperar, quiero que sepas que… estoy disponible.

-Álvaro: Sandra, ¿Yo te gusto?

-Sandra: Casi tanto como a ti Alma.

Álvaro se sonrojó. Se miraron a los ojos y se acercaron, pero cuando estaban a punto de besarse Álvaro apartó la cara.

-Álvaro: Lo siento Sandra, pero creó que aún puedo esperar a Alma un poco más.

Sandra agachó la cabeza triste pero en el fondo estaba muy enojada.

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En el bar, Yoli servía a los clientes con gracia y arte. Todos los hombres del bar se morían de ganas porque les atendiese Yoli.

-Mónica: Ves Yoli, estás siendo la atracción de la noche.

-Yoli: Si, ya veo… Tienen todos unas caras de salidos… Seguro que son los típicos que van al baño a hacerse pajas.

-Mónica: No hace falta, para eso estamos aquí.

-Yoli: ¿Cómo?

Antes de que Mónica respondiese un señor se acercó a Yoli.

-Señor: Hola guapa, ¿te apetece venirte al privado?

-Yoli: ¿Qué está pasando Mónica?

El señor agarró a Yoli y le comenzó a besar el cuello.

-Yoli: ¡SUÉLTAME!

-Señor: Me encantan las fieras como tú.

-Yoli: ¡Qué me sueltes cerdo!

Yoli le pegó una bofetada y se consiguió soltar de los brazos de ese tipo.

-Mónica: ¿Qué haces?

-Yoli: ¿Qué hago? ¿Encima me dices eso? Ese tipo me estaba tratando como una puta.

-Mónica: Se supone que es lo que eres.

Yoli palideció. Comenzó a mirar a su alrededor y vio a todas sus compañeras de trabajo entrando en salones privados con diversos clientes del pub.

-Yoli: ¿Me estás diciendo que esto es un prostíbulo?

-Mónica: ¿No te avisó Pablo?

-Yoli: No, nadie me avisó de eso. Me marcho. Ya encontraré otro trabajo.

-Mónica: ¡Yoli espera! Hoy hemos estado hablando y por lo que he entendido, necesitas ese dinero urgentemente, si no lo consigues en unos días le quitarán la casa a tus padres.

-Yoli: Si, pero no pienso conseguir el dinero vendiendo en mi cuerpo.

-Mónica: Yoli, la única manera de conseguir dinero rápido es esta. Piensa que no lo haces por avaricia, es por una buena causa.

Yoli se quedó pensativa unos segundos. Si no conseguía el dinero… no sabría qué sería de su familia. Pero decidida contestó:

-Yoli: ¡Qué no Mónica! Prefiero ponerme a vender pañuelos en un semáforo. Antes de prostituirme, prefiero vivir bajo un puente.

-Mónica: ¿Estás segura? Piensa en tus padres, la humillación de que los echen a la calle. Solos ellos y tú… sin tener donde ir y buscando dinero desesperados para encontrar otro piso. Mientras… ¿Dónde viviríais? Yoli, pruébalo, solo una vez. A nadie le gusta esto, pero tú lo haces por un gesto de amor. Al principio siempre cuesta, pero luego piensas y dices… ¿Qué es lo peor que me puede pasar? ¿Qué me insultan, que me digan puta? Y que mas da… no te puedes venir abajo por una simple palabra, un simple insulto. ¿Qué importa lo qué digan los demás? Tú podrás ser más fuerte que eso.

Yoli pensó en todo lo que le dijo Mónica.

-Yoli: (Con lágrimas en los ojos) Pero… no me siento capaz.

-Mónica: Yoli, solo una vez. Piensa en tus padres y en los felices que les harás cuando sepan que no les quitarán su casa.

Yoli pensó en todo los pros y los contras… finalmente accedió.

-Mónica: Y siempre con la cabeza bien alta de lo que haces.

Yoli entró en un privado con el señor que antes la acosaba. El tipo comenzó a desabrocharse la camisa, siguió por el cinturón…

Yoli aún no se creía lo que estaba a punto de hacer. El señor comenzó a comerle el cuello mientras le desabrochaba la camisa.

Yoli en el silencio de la habitación comenzó a ahogar su llanto dejando escapar lágrimas mudas de dolor. No era un dolor físico, pero era el mayor dolor que había sentido nunca, la humillación a sí misma. Se daba asco.

-Yoli: ¿Cómo he podido llegar aquí? (Pensó)

El tipo siguió con su momento feliz mientras Yoli vivía el más triste de su vida.

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Las motos corrían por doquier, el ruido era ensordecedor y Paula no podía abrir los ojos debido al escozor que le producía el aire frío a esa velocidad.

No veía la hora de que parase la carrera. Sus pensamientos fueron detenidos por un fuerte sonido de metal contra el asfalto seguido de un gran chispazo. Al mirar vio como una moto volcaba delante de ellos.

Pablo intentó esquivarla pero se le fue el manillar de las manos. Paula sintió como la moto daba una sacudida y escuchó como Pablo le decía que se agarrase fuerte. Un instante después su cuerpo salía despedido del asiento.

Lo último que escuchó Paula antes de perder el conocimiento fue el chillido de decenas de personas y centenares de pies corriendo hasta su cuerpo inmóvil en el suelo.

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Eran las cinco de la mañana y Yoli llegaba a su casa. Notaba cómo el frío de la mañana le calaba los huesos y cómo la vergüenza de lo que había hecho esa noche le rompía el alma.

Abrió el bolso para coger las llaves y allí estaba el sobre con el dinero conseguido. No pudo contener las lágrimas al pensar en las humillaciones y vejaciones por las que había tenido que pasar esa noche.

Abrió la puerta, se dirigió al baño y una vez allí se miró en el espejo.

-Yoli: ¿Qué pensarían mis amigos ahora? ¿Cómo alguien puede ser capaz de llegar tan lejos?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su madre, la cual entró en el baño para echarle la bronca por las horas que eran.

-María (Madre de Yoli): ¿Qué horas son estas? En 3 horas tienes clase y mírate… recién llegada de dios sabe dónde y vestida como una puta.

La palabra puta taladró la mente de Yoli. Le habían dicho puta muchas otras veces, pero esta vez sabía que no era un simple insulto, era un hecho.

Intentó contener lágrimas antes de contestar a su madre.

-Yoli: Es que he encontrado trabajo. De camarera en un bar de copas.

-María: Vaya… cariño perdón por lo injusta que acabo de ser. Pero no hace falta,  de verdad que no.

-Yoli: Mamá si hace falta, no llegamos a final de mes y debemos otros tres retrasados. A este ritmo en unas semanas estaremos en la calle.

-María: Pero la noche es peligrosa, podemos aguantar con mi sueldo y el de tu padre hasta que encuentres otro trabajo.

-Yoli: Llevo semanas buscando otro y es casi imposible conseguirlo. A mí tampoco me gusta trabajar en la noche, pero no tenemos muchas opciones.

-María: ¿Y tus estudios? No podrás llevar este ritmo mucho tiempo.

-Yoli: Mamá no te preocupes.

-María: ¿Qué no me preocupe? Cielo, eres mi hija y si te pasase algo… Además es más importante que sigas estudiando.

-Yoli: Mamá (Le agarró las manos), prometo que os sacaré de esta. No te preocupes.

Su madre le besó en la mejilla. Tras la noche tan movida que había tenido Yoli, ese beso fue cálido y le hizo estremecerse.

-María: Te quiero. Descansa las 3 horas que te quedan por dormir.

Yoli vio como su madre se marchó y una vez que esta no la veía derramó algunas lágrimas y mirando su propio reflejo en el espejo dijo:

-Yoli: Es duro, nadie está preparado para esto, pero ya sabes porque lo haces. Lo haces por ella, esa persona que te trajo al mundo, esa persona que ha hecho todo lo posible por ti, por un buen futuro y se ha matado a trabajar por pagarte unos buenos estudios. No lo haces por capricho, lo haces por amor a tu familia.

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A la mañana siguiente Gorka estaba en la puerta del colegio esperando que llegase Ruth. Los minutos pasaban y esta no daba señales de vida.

-Gorka: Joder, otro día que falta a las primeras horas. Voy a llamarla.

Tras varios tonos de espera, el contestador de Ruth avisó a Gorka de que no estaba disponible.

-Gorka: Voy a buscarla a casa.

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Ruth estaba sentada en esos incómodos sillones, enchufada a esa horrible máquina y en esa habitación con todos esos desconocidos a su alrededor.

Escuchó como en su bolso su móvil sonaba. El doctor le echó la bronca.

-Doctor: Aquí no se pueden tener encendidos aparatos eléctricos, afectan a las ondas de la quimioterapia.

‘’Otra vez esa horrible palabra’’ Pensó Ruth. Hacia un par de semanas que Ruth comenzó la quimioterapia. No le dijo nada a Gorka sobre su enfermedad, le mintió diciendo que tenía migrañas, pero la realidad era otra. La realidad era que los médicos le habían detectado un cáncer, un tumor cerebral.

Fin del capítulo 2x06

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